Carlos Higgie
Y una nube pesada de puro sueño me confundía. Me moví para un lado y para el otro, inquieto, preocupado, percibiendo que algo estaba fuera de lugar, que algo terrible y trascendental estaba por suceder. Entonces, aún envuelto en una bruma de tremenda confusión, miré hacia arriba y vi la mano inmensa que movía los hilos atados a mis piernas, mis manos, mi cabeza, mi cuerpo entero…